El Siguiente poema, tan distinto a lo que acostumbro escribir, apareció entre unos papeles que estaba apunto de tirar. Me decidí a dejarlo en este espacio. No sé, no termina por convencerme, pero algunos dijeron que estaba bueno. A ver qué les parece a ustedes.
Reflexión
Qué tranquilo parezco
Con mis dedos entrelazados
En aparente oración mirando al cielo.
Pero ... ¡no es cierto!
Más inquieto que antes
Más entregado más delirante,
Con ensueños arraigados
De una mocedad que no se marcha,
Que no deja las paredes de mi alma
Que me incita, me interrumpe
Me yergue,
Me precipita
Fastidia mis decisiones.
Más quebradizo que entero
Más ansioso que satisfecho
Aún sabiendo el doble y el triple
Conociendo mi debilidad
El ataque, el contraataque,
La tormenta se repite
Hace trizas mi fortaleza.
Que el punto de llegada
Es ahora punto de partida
Que el deseo con esfuerzo cumplido
Es padre del deseo hoy nacido.
Más tranquilo, más inquieto,
Más logrado más ignorante
Más centrado más perdido.
Más solo, más contento,
Más amante, más triste,
Acostumbrado y rebelde
De empezar y abandonar
Crear y destruir
Que la compañía es
absoluta
O la soledad es absoluta
Dejar, poseer, soñar, perder.
Entre parcas coordenadas
De trabajo tedioso
Y tedio trabajoso.
Aún sabiendo lo que pasa
Aceptar te incomoda
Vencedor y vencido
Con un pasado que ya no es
Y un futuro que aún no es
Con presentimientos más que esperanzas
Con ilusiones más que pavuras
Más dormido que despierto
Entre sensatez y locura
Sentirme más viejo y más joven que nunca.
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