IGUALES (O Encuentro)
Lo vi en otros ojos, lejanos, fríos,
sumergidos en esa oscuridad
enferma do la porfiada maldad
fabrica su nido brutal e impío.
El destello insistente, el desvarío,
la sonrisa infantil, la mocedad,
aquella inconfundible levedad
que atrae con elegante atavío.
La risilla, el tono, el gesto casual,
la caricia falaz y desabrida,
la palabra, la invitación mortal.
Lo supe, lo reconocí enseguida,
solo otro monstruo conoce a su igual,
otro, que a su competencia liquida.
La poseía lovecrafniana no es de mi agrado, sí su narrativa que me fascina. No obstante tu poema me pareció interesante, en especial por los versos finales que tanto revelan.
ResponderEliminarGracias Elwin, viniendo de un conocedor como tú, siempre se valora cualquier comentario.
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