SANTO TOMÁS DE AQUINO
Tomás de Aquino,
querido buey mudo,
Humilde portavoz
de lo divino;
Rompes la duda
mostrando el camino
Allí donde otro jamás
pudo.
Que no negaste, más bien distinguiste
Y tras la
huella de Dios, anhelante,
En las bases del Ser fundante
A sin fin de
preguntas respondiste.
¡Cuanta fuerza en la
humildad de tu luz!
¡Cuánta paz al
presentar tu argumento!
¡Cuánta prudencia,
respeto y amor!
Que Cristo, por tus
palabras contento
Te ofreció: ¿Qué deseas? Pero tú
Presto dijiste: ¡Sólo
a Ti, Señor!
Dentro de lo poco que sé de poesía y de lo que me ha llegado a gustar (que ojo, no me disgusta, solo que en general como género no va con mis deseos de "historias"), me gustan muchos los sonetos, Aprecio de este tuyo el amor que destila por tan alta figura y más encima, la preocupación de usar rima en una época en la que se ha perdido este delicado elemento lírico.
ResponderEliminarPues coincidimos, los sonetos me encantan, de hecho hay muchos más de dónde saqué este, salidos de la pluma de este servidor.
EliminarGracias otra vez.